lunes, 16 de julio de 2007

Recordando a unos buenos amigos



En la peregrinación a Lourdes en Octubre del 2004, casualmente, mi amiga Teresa y yo conocimos a dos personas de Madrid: Juanjo y Pedro.
Cuando todas las hospitalidades de Cataluña iban a celebrar la Eucaristía, ellos estaban allí. Enseguida se ofrecieron a colaborar con nosotras e incluso nos pidieron agregarse a nuestro grupo en la Procesión de las Antorchas, en la que íbamos a asistir esa misma noche. Fueron puntuales a la cita y les faltó tiempo para atender a nuestros enfermos y llevarlos en sus sillas de ruedas.
Recuerdo que estaban impresionados por lo que allí vieron y estoy segura que esas imágenes les quedaron grabadas para resto de sus vidas.
No hemos perdido el contacto con ellos, aunque solo sea por email. Sabemos que no han olvidado esos días en Lourdes, donde empezó una buena y fiel amistad.
Gracias Juanjo, gracias Pedro!
¡Hasta siempre, amigos!

3 comentarios:

Waipu Joan dijo...

l'amistat no entén de nacionalitats. Les relacions personals ens demostren la misèria dels polítics, qui desitjosos de guanyar vots, pretenen dividir la gent amb falses divisions humanes.
Cal treballar sempre amb els punts en comú, com acertadament vas fer amb aquests amics madrilenys.
salutacions

Waipu Carolina dijo...

La amistad es bella porque a los amigos los elegimos nosotros y nunca son por obligación.
saludos

Anónimo dijo...

Que bonita es la amistad. Recuerdo cuando me contaste de estas personas y lo mucho que os ayudaron.