TRADICIONES

La Castañada y los panellets

Celebramos “la castañada” la noche del 31 de octubre, (noche anterior al día de Todos los Santos).
Lo típico en Cataluña es comer los tradicionales “panellets”, un dulce preparado a base de almendra, azúcar , huevo y algo de patata, Los más típicos van cubiertos de piñones, pero también los hacemos de coco, café, yema, chocolate o limón. Acompañamos dichos dulces con castañas y boniatos, las dos cosas asadas. Bebemos vino dulce, como el Moscatel.
En estos días, los escaparates de las pastelerías están llenos de “panellets”, eso sí, a un precio casi inalcanzable. Los más osados nos atrevemos a elaborarlos en casa, siendo aún mucho más ricos y naturales.
Normalmente, esta noche la pasamos con la familia o con amigos, siendo una tradición francamente bonita.
Creemos que el origen de “la castañada” viene de la Edad Media. Por lo visto la noche del 31 de octubre se tocaban las campanas de todas las iglesias, en memoria de los difuntos. Se dice que los campaneros necesitaban reponer fuerzas, ya que la tarea era dura, y como la castaña es un fruto abundante en esta época, las comían asadas, y al mismo tiempo combatian también el frío.
Actualmente, muchos quieren cambiar el nombre de esta bonita tradición por el famoso “Halloveen” americano, una pena, ya que es mucho más bonito para nosotros guardar nuestras tradiciones y decir “Vamos a celebrar la castañada” y no: “Vamos a celebrar Halloveen” .

Feliz noche de castañada a todos!



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El mar, un regalo de la naturaleza

Contemplar el mar, que maravilla!

Ver amanecer, por ejemplo, es una de las cosas más bellas de la naturaleza. Un nuevo día, con un cielo azul que parece besar al mar, como si ambos quisieran amarse.
Si por un momento nuestro estado de ánimo pudiera ser bajo, contemplar esas imágenes nos da una agradable sensación de paz y sosiego.
A menudo, no disfrutamos suficientemente de las cosas bellas que nos regala la vida. Cosas que no nos cuestan dinero, que son totalmente gratis y sin embargo nos pasan desapercibidas.
Cuantas veces damos importancia a cosas materiales y nos sentimos infelices o frustrados porque no tenemos “eso o aquello, esa casa en la playa, un viaje o una joya”. No nos conformamos con lo que poseemos, sin embargo tenemos cosas a nuestro alrededor que pueden llenar nuestra vida de una forma extraordinaria.
Siempre he pensado que soy muy afortunada por vivir cerca del mar y poder verlo todos los días.
Disfrutemos pues de lo que la naturaleza nos regala.
Estoy segura que cada uno de nosotros puede deleitase de algo sin necesidad de gastar dinero, a que si?

El mar

Sense tu no podria viure,

els meus ulls plorarien d'amor.

Si algun dia et deixes de veure

que el meu cor no plori d'enyor.

M.Isabel Domènech

Más o menos:

El mar

Sin tí no podría vivir,

mis ojos llorarían de amor.

Si algún día no pudiera verte

que mis ojos no lloren de añoranza

Fomentar la lectura a los niños

Leer, esa maravilla

El viernes pasado, mi nieto de 9 años me dijo: Àvia, sabes quien era Ana Frank?

Le dije que sí, que había leído el libro “El diario de Ana Frank” cuando yo era adolescente, y que además me había impactado tanto, que nunca he podido olvidar la triste historia de esa niña judía, escrita en su diario.

El niño empezó a explicarme que sus papás siempre le dicen lo bonito que es leer, y que podía saber más de esa niña a través de los libros.

Me gustó tener esa conversación con mi nieto y pude observar una vez más que sus padres, aparte de explicarle todo muy bien y con paciencia, le inculcan el interés por leer un libro.

Joan Jordi aún es un niño y quizá no sé da cuenta, pero estoy segura que algún día agradecerá a sus papás esos momentos de dedicación, aficionándole a la lectura.

Una poetisa llamada Marina

Mi amiga Marina Pastor, la poetisa de Tarragona

Marina es una simpática leonesa afincada en Tarragona, esposa de un asturiano y con hijos y nietos catalanes.
Nos conocimos hace años y enseguida nos hicimos buenas amigas.
Añoro esos días en que Marina y yo nos reuníamos por la mañana en una cafetería. Ella, abría su bolso, sacaba una cuartilla y me leía la poesía que había escrito la noche anterior.
Yo me deleitaba escuchándola y hasta llegué a tener envidia “sana”, ya que no podía escribir como ella.
Muchos de sus amigos, la animábamos para que recopilase sus poemas y editase un libro, cosa que hizo años más tarde con el bonito título “Espigas del alma”.

Tengo especial cariño por este poema:

PARA TI

No llames soledad a mi ventana,
ni dejes que me muera en el desierto,
no quiero despertar una mañana
sin tener cerca mi…, su voz, su aliento.

Sus rasgos que los años acarician
dejando en él las huellas y el incierto
de ser quien fue, gallardo, aquel buen mozo
que desnudó una vez mi pensamiento.

No llames soledad a mi ventana
ni a mi puerta, ni arañes mis paredes
sepulta en éste amor todas tus redes
y déjame vivir siendo su esclava.

Marina Pastor

A todos los que os gusta la poesía, os invito a entrar en su blogg:

http://emerpastor.wordpress.com/

Un paseo por Madrid

Después de casi un mes con problemillas familiares, recibí una llamada de mi amiga, diciéndome si podía acompañarla a Madrid dos días y medio.
Pensé que me merecía esos días de descanso y le dije que sí. Compré un billete de ida y vuelta en el Ave y quedamos que allí nos veríamos.

Otra amiga y compañera de voluntariado, se encontraba también en Madrid, pasando unos días de vacaciones, en casa de un familiar. Así que nos pusimos en contacto y decidimos vernos, incluso programamos el viaje de vuelta para hacerlo juntas.

Pero no es de mi vida que quiero hablar, quiero hablar de Madrid, una ciudad en la cual he estado muchísimas veces y siempre me ha parecido preciosa.
Diréis: “Qué raro, una catalana(además barcelonesa), hablando bien de Madrid”. Pues, ¿Por qué no? Barcelona es maravillosa y Madrid también, las dos son totalmente distintas y las dos tienen su encanto. Además, no debemos comparar, eso es de mal gusto.
Visitamos infinidad de lugares, incluso sitios que ya conocíamos, pero nos hacía ilusión volver.
Sobre las 19 horas nos retirábamos al hotel. Una ducha, cambio de zapatos y salir otra vez.

Me queda el bonito recuerdo de los paseos que hicimos antes y después de cenar, gozando de un clima estupendo, charlando y recorriendo las calles de Madrid. Eso sí, sin trasnochar, había que coger fuerzas para volver al día siguiente.

Han sido casi tres días, muy poco tiempo, pero inolvidables!

Una tarde en la Residencia de San Salvador

Días pasados, decidí visitar a mis queridos y entrañables amigos de la Residencia de San Salvador de Tarragona.Todavía hacía calor, lucía el sol y la tarde era radiante.

Si por algún motivo, el día había sido agobiante para mí, el solo hecho de acceder a la residencia y ver a mis amigos dándome la bienvenida, sentí un enorme gozo que no puedo explicar. Ellos hacen que me sienta maravillosamente bien y que todo lo vea de distinta forma.

La “resi”(tal como decimos nosotros), está rodeada de pinos y tiene un bonito jardín muy bien cuidado. Allí, Ana y yo empezamos a charlar, y poco a poco, llegan los demás, con sus sillas de ruedas, contentos de pasar la tarde todos juntos. Suelen estar también familiares de los residentes, con los cuales hablamos, reímos e incluso nos hacemos unas fotografías

Si por un momento el día no había empezado demasiado bien, os aseguro que estar con mis amigos, mi vida cambia por completo y me siento verdaderamente feliz.

Gracias, chicos. Gracias por el cariño que me dais. Sois geniales!

Dedicado a todos mis amigos de la Residencia de San.Salvador: Ana, Carles, Isabel, Josefina, Ramón, Paqui, Emilio, Nuria, Anita, Nadal, Emiliano, Ricardo, Dani, Mercè, Manuel, José…a todos. Aunque me deje alguno, no os olvido.