LOURDES
Hace varios días que llegamos, pero hasta hoy no he
podido escribir, debido a que mi tiempo es bastante limitado.
¿Qué voy a contaros de Lourdes que ya no sepáis de otros
años?
Pues que todo fue perfecto, que gracias a Dios no hubo ningún percance en el viaje y que como
siempre fuimos felices estando todos juntos.
Nuestras celebraciones, nuestras visitas a la Gruta,
nuestras procesiones, nuestros ratitos de charlas con los enfermos, y como no,
la lluvia que casi siempre nos
acompaña!
Este año tuvimos una salida a las Grottes de Bétharram,
dignas de ver y con fácil acceso, muy bien preparado para sillas de ruedas.
Encontrarnos con otros compañeros-as es sinónimo de
alegría por parte de todos, pues la mayoría de voluntarios son de otros lugares
de la provincia de Tarragona y solamente
nos vemos en los días de la Peregrinación.
Con los enfermos y discapacitados, ocurre lo mismo, pues
quizá hasta la peregrinación del próximo año no volveremos a encontrarnos (a
excepción de los que viven cerca de nuestra ciudad, pues a ellos podemos ir a
visitarlos asiduamente).
Hay momentos mágicos y maravillosos como los que
compartimos con nuestros enfermos. Es increíble lo que aprendemos de ellos,
cuando vemos como aceptan su enfermedad con resignación e incluso bromeando. Es
una lección para nosotros, que a menudo nos quejamos por cualquier cosa.
Este año tuvo un “puntito” negro , pues Rosa una compañera, muy cercana a mi en la tarea de voluntarias-enfermeras de
salas, desgraciadamente nos había dejado en el mes de marzo. No tenerla entre nosotras ha sido algo muy
triste, ya que era una gran persona y buena amiga de todas.
Desde aquí un recuerdo para ella.
Desde este momento ya pensamos en el próximo año, siempre
con la ilusión de volver a estar juntos.
Hasta siempre, amigos, la Virgen nos espera!