Muchos de
vosotros sabéis que desde hace tiempo
pertenezco a la
Hospitalidad de Lourdes como Voluntaria-Hospitalaria.
Cada año viajo a
Lourdes con los enfermos y os puedo decir que eso me hace inmensamente feliz.
A veces, algunas
personas, en plan burlón se ríen de los que peregrinamos a Lourdes, cosa que me
entristece, pues si supieran lo felices que nos sentimos, seguro
que no se mofarían con palabras como: “Ahhh, vas a Lourdes? Y cuantos milagros
has visto?
Mi contestación
siempre es la misma: “No vamos para ver ningún
milagro, vamos a acompañar a nuestros enfermos ansiosos de pasar unos
días en el Valle de Lourdes, ver la gruta y rezar a nuestra Madre. Además, cada
año se produce un milagro para mi, pues el solo hecho de estar viva, ir a
rezar, compartir con los enfermos y ver lo felices que regresamos, eso ya es un milagro. Estamos
en un mundo egoísta, cruel y envidioso.
Allí no hay nada de eso, allí solo se respira PAZ Y AMOR. ¿No es eso un milagro? “
Siempre he sido
una persona creyente y me apena ver que mucha gente renuncia a su fe por el
solo hecho de que hoy en día “no está bien visto” decir: Creo en Dios.
Gracias a mi
forma de pensar he podido afrontar muchos problemas que a través del tiempo se
han cruzado en mi vida.
Sí, soy devota de
Nuestra Madre de Lourdes y me siento orgullosa de ello.
Pero no
confundáis, ya que respeto a todo el mundo, sea o no sea creyente. Tenga la
religión que tenga.
Mariaisabel